jueves, 12 de noviembre de 2009

Las putas medias de seda

Cuando uso tus putas medias me siento tan mujer que necesito ponérmelas de nuevo, mamá. Yo no soy esa nena linda que esperabas y que iba a estar detrás de un escritorio atendiendo casos multimillonarios. No soy la abogada.
Dejame, dejame, dejame correr. Ya quiero ganarle a la vida, a tu vida, a esa vida que quisiste. Ya lo sé, yo también creí que iba a ser una mujercita sin problemas, sin esta enfermedad que me acecha. ¡No puedo estoy confundida! Yo ya pierdo el hilo de la vida, me estoy cansando, no sé qué quiero, mamá. Ayudame, ayudame, ayudame.
No tengo corazón, me quedé sola sin alma. Me llené de lujos de malcriada, me llené de vacíos.
¿Qué pasó con esa niña angelical? La vagancia se apoderó de mí y yo dejé que entrara por la puerta más grande. Mamí , mamí, ya no sé qué toy hablando. Vení y no me dejés porque me di cuenta que dos cosas amo en la vida: al papá y a vos. Este amor me hace daño porque no sé cómo conducirlo, no puedo ser yo, no puedo ser yo, no puedo ser yo.