lunes, 28 de diciembre de 2009

Niña estupida

Ya son las 00.00 y es hora de tomar la medicación. No me gusta jugar con tus sábanas, ni con tu pene. Es hora de tomar mí pastilla para no tener que someterme a tu sexo. ¿No entiendes que no me calientas?. Lástima, te metiste con una chica inteligente que se quiere destruir. Yo, yo no sé que quisiste ganar: soy una niña estúpida.
No puedo ver tú buena vida. No ando chupando pingos para sobrevivir. Dios me dio toda la riqueza para poder joderme.
Tus ansias de ser un nene educado es la del pobre que no nació rey. Jode a los que les gusta ser parte de tú círculo de mentiras, frialdad y viejas imágenes que esconden historias trágicas como tú vida.
Todo lo que tocas lo vuelves indeseable para mí. Siempre serás para mí un obsoleto trapo viejo. Hoy, veo una foto y veo el mundo: el mundo sigue siendo viejo y anticuado como vos. Nada cambiará porque vivimos pegados al pasado. El pasado no es entendido como transformación, es entendido como fuerza de imposición al presente y futuro. Tú eres parte de esa institución que miente cambiar un presente con historias del pasado. Perdón, Benjamin. Yo sólo soy una niña estúpida.
Cállate ya. Tu silencio cómplice de niño aristocrático que juega con la demagogia perturba a la niña estúpida. Silencio