martes, 12 de enero de 2010

Letras esparcidas sin lápiz: las aguas cenizadas.

Cuando era chica jugaba con vos a tirar piedras al río y ver quien llegaba más lejos.
Hoy, escupimos el mundo porque somos más grandes.
¡Oh!, amor qué bueno es saber que quieres seguir siendo ese chico rebelde, pero más grande.
-¿Las piedras en el río nos aburrirían?, pregunté- Sí,me dijiste. –Y me enseñaste este juego, un juego suicida.
( Mi amor-1998)




Por suerte, puedo escupir y que otros traguen mi saliva. Mis letras no tienen gusto, son como el semen de un hombre. Son incoloras e inodoras. Son revueltas las frases que forman mis letras y sin sentido como cuando se lee por primera vez un libro de Sarte. No valen nada porque la mano que teclea estas palabras es de una humilde escritora en decadencia. El estilo es pobre, como la pared blanca que no tiene alma. Todo lo que escribe no tiene sentido como su vida. No trates de entenderla porque la saliva se siente, y si no te gusta escupila.
No me gusta escribir con pluma;y ni las antigüedades me gustan. Esta frase no tiene sentido. Yo ya soy mi trapo viejo y es por eso que esparzo las letras para que las aguas de la Internet me lleven por todos los mares, océanos y ríos: son mis cenizas. No soy un cuerpo, ni una mente, solo soy alguien que aspira blanco. Cuando uno vive para eso se topa con lo negro, con un futuro negro. Es ahí cuando yo me hago ceniza y comprendo que tengo que escupir. Son estas letras negras las que llena mi blanco. Sino entendiste más arriba mí metáfora, te la expliqué luego para que sepas que siempre voy a estar escupiendo y explicándote de qué se trata esto. Toma un poco de mí que con el tiempo te darás cuenta que no necesitas gustos, ni colores para poder sentir. Detentey lee este blog que no vas a encontrar limitaciones para poder escupirme. Sentí. Ahora, escupí vos.
Escupí, dale que quiero reírme con vos.
Escupí, que todos estamos muertos.
Escupí, que yo me paro con vos.
Escupí, que los muertos no sienten lo sensible.
Escupí, que quiero llenar el mundo de cenizas esparcidas.
Me cansé de escuchar silencios.
Escupí, y juguemos quien llega más lejos.

Raco.-